¿Soñar o despertar? Algunas reflexiones acerca de la inclusión de la IA en la docencia

María Rosa Vallecillo Gámez.
Profesora Titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
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Universidad de Jaén.


1.¿Por dónde empezamos? Ahora que acabamos de comenzar el curso y que la gestión de los nuevos proyectos se nos acumula y estimular al alumnado se convierte en un nuevo reto, se nos hace necesario reflexionar sobre el uso de la tecnología en la docencia. Ya tenemos asumido que la inteligencia artificial (IA) es una gran influencia en el estado de la educación actual, y las implicaciones son enormes. La IA tiene el potencial de transformar la forma en que opera nuestro sistema educativo, aumentar la competitividad de las instituciones y empoderar a los docentes y estudiantes en la adquisición de competencias – tan demandadas por las empresas y, por tanto, tan necesario incluirlas en los CV – como en las habilidades y conocimientos necesarios en el mercado laboral.

Las oportunidades que ofrece la IA en el apoyo a la educación son tan amplias que hasta la empresa Microsoft ha encargado recientemente una investigación sobre este tema a IDC con el objetivo de conocer y comprender cuáles son las posibilidades de ayuda que pueden ofrecer las empresas que se dedican al desarrollo de actividades en las que la IA se convierte en la herramienta clave. Estas investigaciones han conseguido poner en valor la naturaleza estratégica de la IA en la educación y evidenciar la necesidad de introducir tecnologías y habilidades para hacer realidad las posibilidades que ofrece la IA y que se presentan como una promesa de avance en el conocimiento.

Los resultados mostraron una aceptación casi universal entre los docentes que concluyeron la importancia de la IA para su futuro. Los datos que se desprenden de este estudio son los siguientes: el 99,4 % dijo que la IA sería fundamental para la competitividad de su institución en los próximos tres años y el 15 % la calificó como un «cambio de estrategia de juego». La mayoría de los participantes en el mismo han encontrado el estímulo suficiente de manera que ya están implementando casi en su totalidad – hablamos de un 92% – actuaciones experimentales de trabajo con las herramientas tecnológicas.


2.Pero una dosis de realidad nos sitúa en que, en los espacios docentes, la mayoría de las instituciones aún carecen de una estrategia de datos formal o medidas prácticas para avanzar en las capacidades de IA, lo que sigue siendo un inhibidor clave. Y eso, a pesar de que la gran mayoría de los líderes de las instituciones docentes manifiesta entender la necesidad de una estrategia de IA y apuestan por ella, al menos en el papel – ya sabemos que el papel lo aguanta todo -. Eso nos hace pensar que pueden carecer de claridad de información y conocimiento sobre cómo implementarla, a pesar de que casi todas las instituciones de enseñanza cuentan con departamentos especializados en IA. Puede ser que esa falta de información y conocimiento sea la que provoque la dificultad principal, que suele situarse en el dónde empezar. El problema pues, tiene una doble vía de responsabilidad, los propios departamentos especializados y los responsables de las instituciones.


3.Pero existen experiencias. El investigador pionero en el uso de la IA en las aulas es David Kellermann. En la Universidad de Nueva Gales del Sur en Sydney, Australia, Kellermann ha creado un “question bot” capaz de responder por sí mismo a las preguntas de los alumnos e incluso proporcionar videos de sesiones docentes anteriores para que el alumnado pueda encontrar la información que requiere. El bot también puede marcar aquellas preguntas y relacionarlas con las principales dudas del alumnado para que los docentes puedan, tanto realizar un seguimiento como mejorar las pautas para el aprendizaje. Además, a medida que se expone a más y diferentes preguntas con el tiempo, mejora autónomamente en su trabajo.

Kellermann comenzó la transformación de su aula docente con un solo ordenador portátil. También empleó herramientas ya conocidas y listas para su uso como Microsoft Teams para fomentar la colaboración entre sus estudiantes. Kellermann usó Microsoft Power Platform para crear el bot de preguntas, y también creó un tablero con Power BI que, a partir del análisis de los resultados de los exámenes de la clase y crea paquetes/temas de estudio personalizados basados ​​en el desempeño anterior de los estudiantes.

Pero, ¿cuáles son los beneficios que nos podría reportar la introducción en las aulas de la IA? El proyecto de Kellermann ilustra los principios clave para cualquier actividad, organización o proyecto que se pretenda poner en marcha, cuando se trata de trabajar con la IA e incluir posibilidades de aprendizaje automático. Estos son: saber por dónde empezar, comenzar poco a poco y aumentar las capacidades adquiridas con el tiempo. Las potenciales aplicaciones de la IA son tan amplias que incluso las organizaciones más sofisticadas pueden empantanarse tratando de hacer demasiado, demasiado pronto. A menudo, se trata simplemente de tener un objetivo pequeño y construir a partir de ahí.

A medida que una iniciativa de IA crece gradualmente y se vuelve más sofisticada, también es importante tener acceso a la comunicación con expertos que sean capaces de navegar por la tecnología e implementar los sistemas correctos. Porque es necesario para afianzarse en el uso de IA, que las instituciones dispongan de herramientas, tecnologías y habilidades.


4.Las posibilidades que ofrece esta tecnología y que ilustramos en esta entrada a partir de las investigaciones e implementaciones de nuestros antípodas no deben de ser una utopía. Los docentes necesitamos formación y apoyo, al igual que lo precisan las propias instituciones educativas. Hemos visto los avances que algunas instituciones ya han dado para llevar el potencial de las tecnologías de IA al aula. Pero también sabemos que hay mucho más trabajo por hacer. Durante los próximos años, el impacto de la IA se hará sentir de varias maneras que pasarán por la gestión de operaciones y procesos, los programas basados ​​en datos para aumentar la eficacia, el ahorro de energía con edificios inteligentes, la creación de un campus moderno con un entorno de aprendizaje seguro y protegido… y todo con el fin único de preparar más y mejor a los futuros trabajadores e incrementar sus competencias y posibilidades para integrarse con éxito en los entornos laborales que demandan las empresas

Pero su impacto más importante y de mayor alcance puede residir en el potencial de la IA para cambiar la forma en que los docentes enseñan y los estudiantes aprenden, ayudando a maximizar el éxito de los estudiantes y preparándolos para el futuro, tal y como acabamos de comentar.

Las herramientas de inteligencia colectiva estarán disponibles para ahorrar tiempo a los docentes en determinadas tareas tales como calificaciones de trabajos para que los docentes puedan liberar determinados tiempos necesarios para la investigación, la formación y la preparación.  Además, otra de las ventajas es que la IA puede ayudar a identificar a los estudiantes con dificultades a través de indicadores de comportamiento y posibilita su orientación hacia la dirección correcta.


5.La IA también puede ayudar a los docentes a fomentar una mayor inclusión: por ejemplo, la traducción a otros idiomas con base en IA puede permitir que más estudiantes con diversos orígenes – movilidad internacional o participación en actividades online desde cualquier espacio físico – asistan a una clase o una conferencia. En este sentido, la Escuela de Estudios de la Información de la Universidad de Syracuse está trabajando para impulsar el aprendizaje a través de experiencias al mismo tiempo que procura ayudar a resolver problemas del mundo real. Sirva como ejemplo, Our Ability, un sitio web que ayuda a las personas con discapacidad a acceder a un empleo.

La enseñanza, por tanto, puede perder la impersonalidad que tiene en la mayoría de los casos cono demuestra el sistema de aprendizaje personalizado de Kellermann en Sydney así, la IA tiene el poder de convertirse en un gran dinamizador de la formación y un diferenciador clave para las instituciones que la adoptan. Las instituciones educativas que adopten e implementen la IA de manera inteligente se prevé que tengan un mejor éxito de los estudiantes y mejorarán las capacidades de sus alumnos para formar parte de la fuerza laboral del mañana.

Aunque en nuestro sistema educativo aun lo veamos como esa utopía de la que hablaba al principio de estas líneas, su importancia en otros entornos nos ha de hacer pensar al menos en la necesidad de recualificación y actualización del profesorado en el ámbito de las nuevas tecnologías docentes, con la mirada puesta en el impacto que puede tener la IA en la capacitación de los empleados del futuro, o más bien del presente porque la velocidad a la que se avanza, es innegable. Y quien no querría calificar trabajos y tareas más rápidamente, empoderar a los docentes en la transmisión del conocimiento, ilusionar en el aprendizaje… Es cierto que estamos ante un movimiento que todavía está en sus inicios pero que avanza a la velocidad de la luz, pero plantea desde estos comienzos, una oportunidad para que las instituciones aprendan unas de otras. La necesaria transferencia de resultados… Pues eso ¿soñamos? o ¿despertamos?